miércoles, mayo 20, 2009

Fuera de contexto: Déjame entrar.



¿Por qué los vampiros o la maldad siempre tienen que ser negra? Existe el Cine Dark, las tribus urbanas Emo que se basan en una estética “Dark”. Tim Burton se caracteriza por la atmósfera oscura en que sitúa a sus personajes dentro de sus destacadas películas (Batman, Jinete sin cabeza, El barbero de la calle Flet, El cadáver de la novia, entre otras), lamentablemente “eso” oscuro me produce somnolencia y me cuesta mucho llegar al final en el cine, por lo cual termino despues de un tiempo viéndolas en mi casa, más iluminada en mi entorno, menos concentración. Al cine uno va sólo a eso: a ver la película.
Ni el cine "gore", ni dark son de mis preferencias, lo mío es el color definitivamente. Pero cuando los personajes se sacan del contexto, de su atmósfera cotidiana y socialmente correcta, los vampiros son otra cosa y ahí si que hablamos de genialidad del director, atreverse a ver más allá de lo obvio, de lo que se da en bandeja.

Déjame entrar” (Let the right one ring) es una película sueca y me llamó la atención. Era invierno y cada vez que pasaban las imágenes me acordaba cuando viví en Estocolmo y más aún encontraba todo muy conocido y estaba en lo cierto, la película estaba ambientada en los ochenta, eran las mismas casas y vestuarios que yo había conocido y donde yo había vivido, había nieve, era todo blanco y niños rubios, era el invierno del 75, el mismo invierno que conocí y me empezó a interesar el tema; escolares, bulling, un amor incipiente entre preadolescentes. No tenía mayores antecedentes. Poco a poco me di cuenta que era una película de vampiros y que el no estar dentro de la atmósfera típica de la oscuridad, de la noche, de la música siniestra, la película fluía y me cautivaba.
Tomas Alfredson es su director, un sueco que filma en suecia con suecos y en sueco y con su clima nórdico. Muy buena, interesante, vale la pena conseguirse la película que no llegará al cine ya que el cine europeo, -menos escandinavo- no es comercial. La película ha ganado una serie de premios internacionales y más encima Hollywood ya compró los derechos y piensa hacer un remake…¡qué lástima! (¿como El Aro?). A veces sacar a los personajes fuera de contexto es un éxito, no me dormí con los chupasangres, menos con la temática y los jóvenes actores.