domingo, junio 08, 2008

Título desierto




¿Será sólo la inmensidad y la influencia del desierto que han hecho que María Inés Candia ponga ese título a su exposición?. La portada del catálogo sin imagen, una contraportada con un poema escrito por un amigo que deja desierto su corazón y en el interior una imagen que a medio se construye en moléculas que se unen o nacen del cosmos. Es un desierto que dice más de lo que dice, de lo concreto, de lo explicito. Es un desierto lleno de metaforas, de pequeños mundos, de puntos, de razones, es un desierto que expresa y llega a quien conoce a esa pequeña mujer de pelo rojo y ojos preguntones que se hunden en su yo interior.

Pareciera que la pintura fuera un gran ensayo de diseño textil que quisiera crear una tela especial para cubrir algo que duele, que moleta.

Parecieran los trazos una sesión terapéutica de un alma obsesiva por querer volcar la rabia, por querer quedar en paz.

Son cuadros catarquicos, que de lo oscuro llegan al blanco, que luchan, que dan forma a lo imposible, ¿pero quien vence a la muerte? Solo la vida, amplia, inmensa como un desierto, enfrentándose a esa nada que es el todo, para escribir y plasmar un nuevo proyecto. Así... despojándose.

La exposición “Desierto” de María Inés Candía estará hasta fin de mes en la sala de arte de la Compañía Minera doña Inés de Collahuasi, ubicada en calle Baquedano 950. Hay que darse un tiempo para conocer de la pintura local. No es necesario entenderla sólo hay que sentirla, con eso basta.