jueves, diciembre 07, 2006

Balas de plata ...

Nadie puede morir si no esta muerto, ni nadie puede vivir si no se está vivo.
Pero en mi querido Chile se hacen funerales de vivos que aún no están muertos y se llora sin llorar sobre miles de lágrimas derramadas.
Como buitres se especula con la muerte, esperando el corte certero de la guadaña sobre la carroña putrefacta. Se prepara la carroza sin cochero. Pero es la muerte quien no quiere ser cómplice de quien eternamente vivirá, reconstruído y renaciente de los trozos del imaginario chauvinista para no morir jamás.
¿Qué mejor muerte que vivir sin poder morir sin honores, sin castigos, sin justicia, sin perdones, sin verdad develada? ¡Lamentable!.
Este es un vivo que no ha muerto y no morirá jamás, y como Drácula será eterno. ¿Qué podemos hacer?