Despues de 103 años se reedita novela iquiqueña maldita. Al leer uno de los diarios locales iquiqueños llamó la atención que en fotos de Vida Social sobre el lanzamiento del libro “Tarapacá”, no saliera la imagen del autor acompañando a los asistentes al lanzamiento e incluso decían que no conocían su nombre y me preguntaron quien era ese señor o porqué no estaba en las fotos. (Textual solapa de libro) Tarapacá es una “novela local debido a la pluma del escritor Juanito Zola” publicada en el año 1903. Y Juanito Zola corresponde al seudónimo utilizado por Osvaldo López y Nicanor Polo, quienes fundan la novela obrera del norte grande de Chile, quienes además fundan la prensa obrera, antesala de la obra de Luis Emilio Recabarren. Y un hecho que no es menor, estos hombres para tener autonomía e independencia para editar obras como ésta se dotan de la imprenta. Un instrumento que les permite diseminar su pensamiento por toda la zona de Tarapacá. Es la época en que el pensamiento liberal se propone derrotar la ignorancia, representada por el pensamiento religioso.” Bernardo Guerrero, sociólogo iquiqueño y responsable de que esta novela vuelva a ser publicada y entrar en circulación cuenta que “el mismo año en que se edita Tarapacá (1903), Osvaldo López sufre un intento de asesinato en la Plaza Condell (de Iquique). La investigación señala como responsables a dos miembros de la policía secreta de Iquique”, y continua explicando en la presentación del libro que “con la reedición de Tarapacá queremos llenar el vacío que existe en la literatura nacional, sobre todo nortina”. Guerrero cuenta que “Mario Bahamonde es quien hace las primeras reseñas a la obra que se reedita 103 años después “...novela sobre la descomposición social de Iquique motivada por el capitalismo salitrero y la ambición de las clases altas. Los personajes encierran nombres en claves con respecto a las familias iquiqueñas de la época. El seudónimo de “Juanito Zola” responde a los periodistas señores Osvaldo López y Nicanor Polo, residentes de Iquique. La novela fue retirada de circulación, sin embargo queda un ejemplar en la Biblioteca Nacional” (...ya no, desapareció el 2003) “y otro en la Biblioteca de Mariano Latorre.” Dice además que, “en la década de los ochenta dos iquiqueños consiguieron copia de esta obra. Pedro Bravo Elizondo, se la llevó a Estados Unidos, y Ramsés Aguirre Montoya la trajo a Iquique. “Al leerla”, dice el sociólogo “pensé en reeditarla para su centenario. No se pudo. El destino, sin embargo, puso en mi camino a Cristóbal del Río, quien, sin ninguna duda, aceptó la idea de ponerla a disposición de los lectores. Y aquí está como un homenaje a esos dos intelectuales de comienzo del siglo XX.” Creo que con esto respondo al porqué en las fotos de Vida Social del diario iquiqueño no estaba el autor, o los autores de “Tarapacá”. Pero... miremos bien esas fotos...Una opinión, mi opinión, lo que me importa hoy, quizás mañana ya no. Como la flor de un día... que nace, muere y se desecha.
viernes, septiembre 08, 2006
Los fantasmas de "Tarapacá"
Despues de 103 años se reedita novela iquiqueña maldita. Al leer uno de los diarios locales iquiqueños llamó la atención que en fotos de Vida Social sobre el lanzamiento del libro “Tarapacá”, no saliera la imagen del autor acompañando a los asistentes al lanzamiento e incluso decían que no conocían su nombre y me preguntaron quien era ese señor o porqué no estaba en las fotos. (Textual solapa de libro) Tarapacá es una “novela local debido a la pluma del escritor Juanito Zola” publicada en el año 1903. Y Juanito Zola corresponde al seudónimo utilizado por Osvaldo López y Nicanor Polo, quienes fundan la novela obrera del norte grande de Chile, quienes además fundan la prensa obrera, antesala de la obra de Luis Emilio Recabarren. Y un hecho que no es menor, estos hombres para tener autonomía e independencia para editar obras como ésta se dotan de la imprenta. Un instrumento que les permite diseminar su pensamiento por toda la zona de Tarapacá. Es la época en que el pensamiento liberal se propone derrotar la ignorancia, representada por el pensamiento religioso.” Bernardo Guerrero, sociólogo iquiqueño y responsable de que esta novela vuelva a ser publicada y entrar en circulación cuenta que “el mismo año en que se edita Tarapacá (1903), Osvaldo López sufre un intento de asesinato en la Plaza Condell (de Iquique). La investigación señala como responsables a dos miembros de la policía secreta de Iquique”, y continua explicando en la presentación del libro que “con la reedición de Tarapacá queremos llenar el vacío que existe en la literatura nacional, sobre todo nortina”. Guerrero cuenta que “Mario Bahamonde es quien hace las primeras reseñas a la obra que se reedita 103 años después “...novela sobre la descomposición social de Iquique motivada por el capitalismo salitrero y la ambición de las clases altas. Los personajes encierran nombres en claves con respecto a las familias iquiqueñas de la época. El seudónimo de “Juanito Zola” responde a los periodistas señores Osvaldo López y Nicanor Polo, residentes de Iquique. La novela fue retirada de circulación, sin embargo queda un ejemplar en la Biblioteca Nacional” (...ya no, desapareció el 2003) “y otro en la Biblioteca de Mariano Latorre.” Dice además que, “en la década de los ochenta dos iquiqueños consiguieron copia de esta obra. Pedro Bravo Elizondo, se la llevó a Estados Unidos, y Ramsés Aguirre Montoya la trajo a Iquique. “Al leerla”, dice el sociólogo “pensé en reeditarla para su centenario. No se pudo. El destino, sin embargo, puso en mi camino a Cristóbal del Río, quien, sin ninguna duda, aceptó la idea de ponerla a disposición de los lectores. Y aquí está como un homenaje a esos dos intelectuales de comienzo del siglo XX.” Creo que con esto respondo al porqué en las fotos de Vida Social del diario iquiqueño no estaba el autor, o los autores de “Tarapacá”. Pero... miremos bien esas fotos...