Me ha llamado mucho la atención como se disputan el sitial público distintos "personajes" iquiqueños (dignos de una obra dadaísta) que con años de anticipación "desean servir" a la comunidad como alcaldes o presidentes.
Personajes individualistas, que no representan a ningún partido, que ni siquiera tienen el apoyo de sus familiares más directos. Son sólo egos valiéndose del poder de los medios de comunicación y del dinero quienes levantan sus peculiares candidaturas.
Uno fue abducido por los marcianos que con una autocampaña en su propia radio y la iluminación celestial se postulaba para ser alcalde cuando nadie todavía pensaba en ese tema. Hasta lanzó flores al mar para espantar los terremotos. Entonces como solito se desinfló aparece un sucesor en este Iquique macondiano con otro personaje, del mundo de la gasolina, más ambicioso aún, no sólo quiere ser alcalde sino que Presidente de la Repùblica.