Quizás el activismo en el área cultural no tenga un reconocimiento
notorio en nuestra sociedad, menos en nuestra región, definiendo el concepto de “activismo[1] o militancia como la
dedicación intensa a una dada línea de acción en la vida pública, ya sea en el campo social, político o religioso. También se entiende por activismo la estimación primordial de la
acción, en contraposición al quietismo”. Vale esta definición para centrar el artículo
presente y reconocer que el activismo efectivamente no tiene su campo de acción
en la cultura, por ende, será un término nuevo para nosotros.
Sin embargo a nivel de ciudad lo
que más se manifiesta es el quietismo (Antónimo que no vale definir
conceptualmente), donde las acciones culturales marchan al ritmo que impone la
burocracia, que surgen o se concretan en los segundos tiempos, con una
prioridad lejana confabulada con el olvido, hasta llegar al acostumbramiento. Así la
restauración del Teatro Municipal se
toma su tiempo (10 años), el edificio incendiado de la ex Aduana lo suyo (2
años), sobre la Orquesta Regional, por lo mismo, nadie se hace cargo… un sigue y
suma de acciones tardías en el calendario cultural, artístico, patrimonial,
turísticos e histórico en nuestra ciudad.
Debemos recordar que el año 2001 fue Iquique declarado por un organismo
internacional Capital Americana de la Cultura, que posee ruinas salitreras que
son Patrimonio de la Humanidad reconocidas por la Unesco, que somos la segunda
ciudad de Chile más visitada turísticamente, que tenemos unos de los
geoglifos más grande de América, dañados
por rallys[2] y
por concejales enamorados[3], tres
Premios Nacionales, o sea tenemos capital material e intangible de sobra, lo
que falta es gestión oportuna, comprometida con nuestra identidad por sobre los
recursos económicos y líderes de buena fe.
Aun así en este Iquique a medio
terminar han surgido personas y/o personajes -hayan o no tenido un cargo
institucional- destacándose por sus iniciativas, su dedicación intensa en la línea cultural. Por
ese aporte al patrimonio social y público en pro del arte han sido reconocidos
como importantes agentes activadores, algunos nombres que destaco: Jorge Iturra[4], Carmen
González, Hrvoj Ostoic[5] que
con sus macro visiones han unido
voluntades, personalidades y pensamientos por el bien común, donde la cultura y el arte han sido propicios para
el cambio social y humano que todos necesitamos para ser más inclusivos, diferentes
y mejores. Recuerdo también el
surgimiento de un activismo más intenso en el medio cultural de Ninoska
Peñaranda[6]
que luego fue mutando a lo diregencial comunitario, pero que estuvo muy presente
durante unos 3 o 4 años en toda acción artística-cultural de no hace poco.
Hoy en menos de un año (2016) surge
la imagen, la presencia de un gran señor, que por su contextura física no pasa
inadvertido, está en todos los eventos culturales. Su hiperactividad lo hace
notorio, saluda a las autoridades, saluda a los artista, va a los medios de
comunicación, a las radios, a los canales de televisión, se hace presente en la
reuniones de los CORE, una y otra vez. Siendo reconocido días atrás con un Diploma
por el Consejo Regional de la Cultura y las Artes de Tarapacá como “Presidente
del Fans Club de la Orquesta Regional”, título que se auto otorgó ya que
siempre estaba presente, preocupado por su continuidad y su financiamiento,
pero nadie sabía quién era. Me refiero a Jorge Neira Hernández[7],
quien fue adquiriendo cuerpo y voz, dejando de ser el esposo de Ana María Tiemann
(ex Seremi de Gobierno) para ser reconocido por su propio yo, aceptado por los
artistas y gestores culturales locales. Aprendió a deslumbrarse con lo que se
hace y se ha hecho en el arte y cultura tarapaqueña, a leer sus publicaciones, a
reconocer las trayectorias, ir a los lanzamientos de libros, a las
exposiciones, a los recitales, a conciertos, a obras de teatro, estar ahí
siempre en el momento preciso. Revalorar,
congratular, reconocer el bien cultural, dar la mano, agradecer, rescatar la masa
crítica iquiqueña subyugada, quieta… hasta qué, poco a poco con conocimiento de causa,
estudios, consejos, asesorías y participación democrática constituir la
Corporación Cultural de Iquique[8]. No es el Presidente, es simplemente uno más del
grupo. “Esta es una organización de los
artistas” lo ha dicho muchas veces (Gonzalo Calle, Laura Díaz, Abraham Sanhueza, Paulino Astudillo, Iván
Vera-Pinto y muchos más la conforman como también abogados, médicos, ingenieros, periodistas,
etc.). También ha dicho que él solo será “el
activista cultural”, que estará siempre presente, insistiendo donde las
autoridades, donde los gestores culturales, los productores, los medios. Será la pulga en la oreja contra el
quietismo. Lo que más rescato de Jorge
Neira es una compleja frase que lo retrata hoy -como psicólogo creo en el
cambio del ser humano- “he conocido un
mundo que desconocía, he cambiado mucho como persona, he aprendido a ver con otros ojos, a ser
menos mezquino. Mi hija[9] me ha hecho cambiar”.
[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Activismo
[2]
http://www.explora.cl/428-articulos-de-ciencia/articulos-otras-humanidades-y-ciencias-sociales-1/4628-la-otra-huella-del-dakar-el-dano-a-sitios-arqueologicos-es-irreparable
[3]
http://www.lanacion.cl/noticias/pais/nacional/bienes-nacionales-no-descarta-acciones-legales-por-rayado-a-los-pies-de-geoglifo/2015-08-19/184657.html
[4]
http://www.tarapacaenelmundo.cl/index.php/identidad/personajes/316-jorge-iturra-pena
[5]
http://florde1dia.blogspot.cl/2015/08/hrvoj-la-caja-de-pandoras.html
[6]http://elecciones-municipales.cl/biografia_de_ninoska_penaranda_tapia_candidata_concejal_iquique-a402445
[7]
https://www.facebook.com/jorge.neirahernandez.7?fref=ts
[8]
https://www.facebook.com/Corporaci%C3%B3n-Cultural-Iquique-212460939213123/?fref=ts
[9] https://cabrateatrera.wordpress.com/blog/