No puedo dejar de manifestar mi pesar por el fallecimiento de
quién para los teatristas iquiqueños fuera nuestra gran inspiración. Luis
“Paco” Rivano llegó a nuestra vidas hace muchos años (37), con la obra “Te llamabas
Rosicler” en el año 1979 y de ahí, desde el Teatro TIUN y luego TENOR siempre
lo tuvimos presente, ya sea en los
estrenos de sus obras o acompañándonos en otras ciudades donde nuestra agrupación
teatral iquiqueña se presentarán sus obras.
Era nuestro padrino, nuestro amigo y nuestro hincha. Decía “los montajes de ustedes cabros son mucho
mejores que de los profesionales de Santiago, los personajes tienen vida y cuerpo ” y le creímos. Así nos
fuimos embebiendo de él mediante sus boleros y tangos, con sus personajes
populares, de baja alcurnia, del “bajo mundo” como se dice; el Rucio, el
gasfíter, la Jeannette, el matarife, la Rosicler entre otros más.
Grande fue su emoción y agradecimiento cuando se le incluyó
en los libros sobre la historia del Teatro del Norte y cuando se le invitó al “Conversatorio
con los Maestros del Teatro”, porque él se sentía en algo desplazado por los grandes
directores, por la crítica especializada y las compañías de renombre. Acá en
Iquique, los teatristas de los 80-90 lo supimos querer, lo respetamos y
aprendimos que el alma de los personajes estaba y afloraba desde su contexto
social, sin filtro, ni censura, si se es roto, se habla como roto, si es puta ese es su oficio, su profesión, su
medio de subsistencia, habla y se mueve como tal. Todo tan válido
como en la época de Shakespeare, quien también develaba su entorno social con sus escritos.
No nos preguntaremos dónde estará Rivano. Lo sabemos que no
será ni cielo, ni infierno, porque para él estos constructos sociales valían
muy poco. Estimado Paco nosotros si sabemos
que desde ayer ya estas con los grandes del Teatro Chileno y desde siempre en
un lugar muy especial con los teatristas iquiqueños. ¡¡Mierda, mierda, mierda!!