Nos juntamos teatristas antiguos
del TIUN-TENOR, amistades, familiares y
personas del mundo de la cultura
relacionados con Guillermo Jorquera, ex Director Teatral de la Agrupación
TIUN-TENOR (1973-2005) para el lanzamiento del libro “Teatroencanto” que
contiene sus memorias, su autobiografía y la historia desde el prisma personal
y emotivo de quien dirigió esta Agrupación Teatral por más de treinta años. Con logros y reconocimiento regional y
nacional el va encadenando sus recuerdos con canciones, letras de boleros,
tangos, temas de sus montajes y los que sonaron en su vida, para dar cuerpo a
este encanto que ha sido el teatro, con el canto de su hija y de su nieta en
vivo para darle mayor realce al evento.
Un libro que para nacer debió
sufrir los avatares de la paradoja de la postulación a los Fondos Públicos del FNDR -que
él mismo lideró cuando trabajó en el GORE- quienes ni siquiera pensaron que era parte de nuestra historia regional, de nuestro
patrimonio cultural y lo tuvo que publicar a puro “punche”. Pero como buen
teatrista, la puesta en escena debía ser profesional y de calidad, con tapa
dura para proteger las 234 páginas de este arte sutil y efímero que nadie podrá
hacer desaparecer o doblar como
cualquier papel en el bolsillo.
Con un estilo que recuerda a
Hernán Rivera Letelier parte su autobiografía. Interesante, llena de pampa y de
personajes que lo fueron marcando, como el “Guatón Simón”, sus carabineros, la
Escuela Agrícola, el Teatro de la Chile y nosotros, que tal como el define a su
ex Escuela Primaria N° 3, la Universidad del Morro, nosotros nos referimos a él
como la “Escuela Jorquera”.
Estábamos todos ese día en el
Palacio Astoreca, hasta el conocido actor y personaje del ex Telenorte,
“Pippo”, Luis Guzmán y en las hojas del libro todos quienes ya nos acompañan en
este “Longino” de la vida, pero presentes en todos los discursos que Guillermo
Jorquera les ha escrito y leído para sus despedidas. Pero cual “pitoniso” que lee los oráculos, nuestra suerte está echada, a
la cual no podemos escapar como en las tragedias griegas, aún cuando busquemos
como engañar el destino, este es uno y
está marcado por los dioses. Eso significa que como teatristas no podemos “quitarle el potito a la jeringa”,
debemos continuar en la senda que él nos marcó, donde tiene grandes esperanzas
que se reflejan en cada subtexto, en cada artículo de su libro y es mi Tragedia
Griega con la cual cargaré.
Felicidades Jorquera, nos
marcaste para siempre como a esos pequeños alumnos de la Escuela Agrícola de Lo Espejo, quienes ahora con casi 60 años
de edad vinieron también a estar presente contigo. Hay que comprar el libro, el financiamiento
salió del propio bolsillo del escritor.