martes, junio 25, 2013

DELIRIO


Por  Senén Marcelo Chávez*

Teatrista-Antropólogo Cultural(E)


Llegando de ver lo último de la Compañía“Expresión”,la obra-monólogo: “Delirio” del Director Iván Vera-Pinto, actuada y dirigida por él mismo… 

Rescato la inclusión de apoyo visual (aunque, no tan lograda aún), rescato -y esto es muy subjetivo-,la presencia de Don Willy en la tramoya de madera pintada en látex negro, que fuera tan propia de él y que, ya quedó como “el estilo Expresión” y rescato el inteligente texto escrito por Iván. 

Iván Vera-Pinto no es un actor nato y su más destacada cualidad y acaso la única, es la proyección de su implacable  y culta voz, que me llega convincente  en un principio, pero, que en la marcha, termina cansando o peor aún; aburriendo (al carecer de inflexiones y pausas que se exigen sobre todo en los monólogos… ¿Quién dirige al director?.   Aun así,  sus 44 años de trayectoria  teatral,  se notan en el escenario con su soberbia serenidad  y estilo, equilibrando la obra, a un merecido “Aceptable.”  Las fallas tecnológicas (sobre todo en los estrenos), son comprensibles (pero, ese golpeteo incesante del bastón del personaje, dando en el suelo en cada frase con ira, por ejemplo, no se perdonan.).

El tema de la obra, trata de la desgarradora historia del premio Nobel de 1920;  Knut Hamsun, que tuvo, la pésima  idea, de apoyar al régimen nazi y de colaborar, de alguna u otra forma, con ellos… El porqué de éste tema teatral escogido para la temporada XXXIV del “Teatro Expresión”, solo lo puedo adivinar, pero nada más, ya que, éste escrito (el que lee usted), pretende ser solo una personal apreciación teatral, nada menos...

Punto aparte merece la respetuosa dedicatoria final para el recientemente fallecido actor local Carlos Villagra. 

La obra “Delirio”, de Iván Vera-Pinto, todos los sábados en la sala “Veteranos del 79” a las 21 horas. 

…Y me queda algo más en el tintero... Una vez, le comenté a Balbina Morales, que la mejor obra del “Expresión”,  había  sido “El lazarillo de Tormes” y me respondió que no, que habían sido otras obras anteriores a esa las mejores producciones del “Expresión”. Y de alguna forma, ambos teníamos razón; la calidad del proceso teatral del “Expresión” a cargo de su Director Iván Vera-Pinto, va menguando década tras década.

Iván, no está pasando por una mala racha, ni está falto de inspiración; Iván, teatralmente,  se está extinguiendo.  Y siendo él,  por naturaleza, un hombre de tablas, aquella extinción, es tan triste como si tuviese alguna enfermedad terminal.  Se está apagando y no hay forma de ayudarle, pues, hace décadas, que se auto-exilio en una burbuja del resto del mundo artístico local. 

Y para él, no hay campañas de “buenas vibras”, porque  se ha rodeado de gente joven o nueva, que no pueden  ver su deterioro teatral.  Quizás, es solo la realidad de un director que se aferra al apego físico de una importante sala teatral y que eso sea lo que lo mantiene firme en el tiempo, nada más…  o quizás el problema sea más profundo que eso, no lo sé.   Al final de todo, me quedo, con lo mejor de su historial,  el del “Expresión”, con lo primero que vi; “El lazarillo de Tormes.” 

Publicado sábado 22 de junio 2013 en:  
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