viernes, marzo 17, 2006

Sor Paulina ruega por nosotros los artistas


Artículo aparecido en EL MERCURIO, Artes y letras Domingo 12/mar/2006

En un sistema artístico que se mantiene gracias a las políticas estatales de fomento, el Ministro de Cultura es el rostro al que los creadores levantan sus plegarias. Ahora será una de ellos quien tenga que hacer frente a sus reclamos.
El problema de que Paulina sea actriz, y una buena, es que no se sabe si hay que creerle al brillo que invade sus ojos cuando dice que estar fuera de las tablas los próximos 4 años son "el costo y la tristeza". Sonríe, en cambio, al decir que no tiene problemas en utilizar su visibilidad mediática para lograr que la cultura tome mayor relevancia política, tal como le sucedió en la primera foto de gabinete, ocasión en que, contra el protocolo, terminó ubicada en la primera fila, cuando su lugar era el último, al fondo.
Es que se trata de la ministra más conocida que haya tenido la nación: su imagen televisiva la antecede. También delante de su cuerpo camina su fama como secretaria general y luego presidenta del Sindicato de Actores, Sidarte. Más atrás avanzan los 2 años que lleva siendo parte del Consejo Nacional de la Cultura, institución que ayudó a nacer. Ahora se mira al espejo y mira a una ministra. Ahora tiene que hablarles a los medios, mostrar un programa y hacer promesas, cosa que rehúye bastante, pero que termina haciendo. Ya no le toca ser una santa: ahora, aunque no quiera, es política.
-Todos los políticos parten sus mandatos haciendo promesas. ¿Cuáles son las promesas de Paulina Urrutia para su administración del Consejo Nacional de la Cultura?
-No habrá un gran giro porque Paulina Urrutia llegue al Ministerio de Cultura. Y si tenemos que hablar de promesas, prometo responder al documento de políticas culturales que se elaboró en el Consejo Nacional, que abarca hasta el 2010, y hacer realidad las políticas regionales que se entregaron ya este año. Esa es mi promesa: llevar a la práctica algo que hemos elaborado entre todos en el consejo, que tiene representación de todos los sectores de la creación artística.
-Entonces, ¿cuáles serán los énfasis de tu gestión?
-Los énfasis de mi gestión tienen que ver con los compromisos de nuestra Presidenta y tendrán dos ejes fundamentales. Uno es enfrentar el tema patrimonial, pero no como se ha hecho hasta ahora, en términos de "quién la lleva", sino que hacernos cargo de una política patrimonial. No podemos seguir generando política cultural si las creaciones que así se generan no caen luego en una política patrimonial que implique rescate, restauración, preservación y conservación de las obras culturales del país. Ese es un desafío que apareció como una petición ciudadana y evidentemente es un tema que tiene que formar parte de la política cultural del país. Hasta el momento ha estado absolutamente desligado y se ha visto restringido a una política de educación patrimonial. El Consejo no tiene relación con los museos hasta el día de hoy: no hemos podido establecer lo que nos pide la ley, o sea, coordinar a la Dibam y al Consejo. Eso no ha sido real y es lo que tenemos que lograr para constituir el Instituto del Patrimonio.